Extracto:
HIJOS DE ALBA Y LOS ALISOS es un poema épico que canta el Aliste histórico, con un requiebro inicial a la belleza cautivadora de las Primicias del gozo zamoranas. Rumores y gritos del niño-adulto, con honda pasión poética: sensaciones de infancia, humilde y feliz, de madurez abrasada en amistad, “desencanto” y sueño utópico. Poemas al pueblo, desde el pueblo y sus gentes nobles y marginadas, poemas a la tierra desde la tierra y su paisaje de leves valles y colinas….
Raíces, austeridad y belleza siempre.
Sé que para Francisco de Quevedo utopía es “no hay lugar”. HIJOS DEL ALBA Y LOS ALISOS somos el espacio donde las gentes de Alba y Aliste vivimos respiramos la flor de la jara y nos dejamos sorprender por el vuelo del azor…. Afirmación del agua-tierra madre, de amaneceres con alisos, del nosotros, del dolor y la libertad llamada esperanza: “hay lugar” ….
Pero Aliste se desangra hacia paisajes donde también nace el Alba. Y quienes se alejan no sentirán la caricia de nuestro rio y alondras. ¿Olvidarán también sus raíces? El niño-adulto responde cantando poemas a la flor de jara, al abrazo del aire y las encinas, el humo del hogar encendido con el recuerdo de los ancestros. Canta, grita, sueña, vive hacia dentro…. Porque la belleza y pobreza de esta tierra nuestra, tan hondas, le llenan, le duelen, le enamoran y le impiden caminar hacia ocasos sin amaneceres ni susurros de alisos.
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