LA VERDAD DEL CUENTISTA- ANTONIO MONTERRUBIO

La verdad del cuentista por Antonio Monterrubio 

La verdad del cuentista, Almacén de ambigüedades y Laberinto con vistas se dirigen a quienes han llegado por sí mismos a la conclusión de que lo que se ve no es lo que hay. Muchas son las formas de hacer violencia a la verdad; es una criatura frágil y sensible a la que la más leve infidelidad puede desestabilizar gravemente. Se cuestiona aquí el modo en que es velada u ocultada en campos que van de la vida cotidiana a la política, pasando por la economía, los medios de comunicación, las mentalidades colectivas o los hábitos sociales. Se insiste también en cómo la ciencia moderna, desde la física cuántica o la teoría del caos hasta las neurociencias, nos anuncia no solo que la realidad ya no es lo que era, sino que nunca lo ha sido. Se reivindican por otro lado la imaginación y la ficción como creadoras potenciales de verdad. El arte, la literatura o el cine nos brindan abundante materia de investigación y elucidación. Permiten descender hacia las profundidades, ofreciéndonos una antorcha para iluminar, en la medida de lo posible, la oscuridad.

En todo momento se busca no perder de vista el principio que sustenta la investigación: el carácter elusivo, problemático y complejo de la verdad. Hoy se nos publicita la realidad como algo claro e inmediato que no parece posible ni necesario impugnar. Pero es todo lo contrario. Se requiere considerable esfuerzo e instrucción para salvar algunas briznas de verdad en medio de la devastación posmoderna. La verdad del cuentista reivindica el gusto por el conocimiento libre y autónomo, obtenido con el sudor de nuestra frente, por los actos creativos que reinventan la vida a cada instante, por la aventura del pensamiento crítico. La palabra puzle recupera así su sentido original, ‘enigma’.