Extracto:
No pertenecía a la crema de la nobleza ni a la de la caballería feudal.
Para convertirle en el héroe de Castilla hubo que atribuirle dos sobrenombres enaltecedores: Mio Cid (mi señor); y el Campeador (vencedor de batallas).
¿Cómo se explica que Rodrigo Díaz, un simple infanzón que vivió en la segunda mitad del siglo XI, fuera elegido protagonista del principal cantar de gesta de la literatura española?
¿Por qué los historiadores del medievo inventaron para él una genealogía y una biografía legendarias?
¿Con qué máscaras recubrieron su rostro?
¿Quién fue, de verdad, Mio Cid el Campeador?
Tuvo existencia real o es un ser imaginario creado y recreado de mil formas, durante siglos, por cantares, crónicas y romances?
Esta historia imaginaria que, discreto lector, tienes en las manos, se escribió con la idea de facilitarte algunas de las claves de éstas y otras tantas preguntas que, a no dudar, te formularás cuando lo leas.
Sobre el autor:
Profesor de historia de la Universidad de Salamanca.
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